Mi tío Rafa tiene ideas geniales.

Me invitó junto con mis amigos a ver una película en el jardín. Cocinamos algunas cosas ricas, como palomitas con caramelo y chocolates para disfrutar de la función.

La noche era estrellada y tranquila. Teníamos nuestras delicias a la mano y justo, en la aventura más divertida de la película, apareció en la pantalla una ardilla gigante que hacía un ruido ensordecedor. ¡Gritamos de miedo!

Mi tío se reía, pues lo que sucedió fue que algunos animalitos estaban viendo la película y, justo frente al proyector, estaba una ardilla comiéndose mis palomitas. ¡Qué risa! Ella siguió en lo que estaba, que le pareció mejor que la película. Continuó la función.

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